LAVADORA A DOMICILIO

Que no somos recursivos, “E … Ave María”, “que se le tiene lo que necesita” claro señores, aquí se complace a todos”, “haberlo dicho antes…”, “que no tiene espacio para lavar su ropa”, “que la necesita en media hora”, … Le tengo la solución … LAVADORA A DOMICILIO. Si, así como lo oyen, los colombianos somos tan berracos que a todo le “buscamos el lado” y nos acomodamos a ciertas situaciones , también está el que como dice un tío, “le vende hasta una loca preñada”.

A mi llegada a Cartagena se cambiaron muchas cosas y empecé a entender otra cultura totalmente opuesta a la mía. Esta es la costa y yo soy de la montaña. Pero esto ya fue la tapa, le pregunto a varias personas cómo lavan su ropa en estos apartamentos tan pequeños, y como si hubiera preguntado lo más absurdo me contestaron, acá está el teléfono del señor que le trae la lavadora a su casa. Y ahí la cara de “descubrió que el agua moja, mija”, sí. Yo pregunte algo que hace parte de la rutina. Pero ahí no acaba todo.

“Si doña, yo le llevo la lavadora en veinte minutos”, y llegó … EN MOTO. Es o no una cosa de otro planeta. Así como en las fotos el señor Toño llega cargando una lavadora en una de sus piernas mientras su hijo maneja. Tiene 10 lavadoras para alquilar y según él ahora es mas fácil, antes se las cargaba al hombro. Este hombre de 90 kilos, más o menos, la carga Y … La mete a su ducha, explica que es el lugar correcto para usarla y uno va a ver y sí … Bota en agua por la rejilla del piso y se llena el tanque con el agua que cae de la regadera … Obvio y se conecta con una extensión a la primera toma de luz que se encuentre en el baño.

El trato es que la deja por un día y uno hace lo que le parezca con ella. Se pueden meter hasta tres camisas y un pantalón por lavada pero está gran obra del hombre quedó completita, tiene secadora incorporada, una de centrífuga. De manera que a uno solo le queda lavar a toda velocidad, por si alguien necesita bañarse, y ella, la lavadora se convierte en el centro de atención del día. Uno, como operador se vuelve “el ciclo de lavado”, es decir cuando usted necesita enjuagar pues activa la salida del agua sucia y vuelve a exponer su vida por la limpieza, abre la ducha, llena el tanque cuantas veces sea necesario y en la medida en que sale la ropa del lavado, va a la secadora, que tiene menos capacidad, pero es súper efectiva. Una combinación fatal entre agua y electricidad, pues como podrán imaginarse es el día más peligroso de la semana.

Mientras la ropa se lava y seca, uno intenta hacer lo mismo porque cada vez que abre la ducha, toca pegarse su mojadita. Pasa el día y cuando está por terminar la tarea llama de nuevo a Toño para que la recoja. Él llega, vuelve y la carga, “con mucho gusto Doña, esto sólo le costó $8.000 …”.

Habrá algo más Macondiano que esto. Difícil de superar. Pero no podía quedarme sin contar esta experiencia. Espero que lo hayan disfrutado como yo.